Por Karla Hernández
Según
la definición del diccionario se le llama “selfie” a la fotografía que es
tomada por uno mismo gracias a los llamados “Smartphone” o a las “web cam” esto
con la finalidad de colocarlas inmediatamente a las redes sociales.
La
calidad de la imagen que se tiene, es lo que menos importa, pues lo que
realmente se quiere es ser creativo y mientras más ingeniosa será mucho mejor,
pero esta actividad, ¿puede causar cierta adicción entre las personas que lo
hacen?
Claro
que sí, se vuelve un hábito, una costumbre, y hasta una necesidad, pues esta
manía por estar en las redes, ser populares, tener fotografías con infinidad de
“likes” estamos prestando demasiada atención a quien nos está viendo, que son
las cosas que nos comenta, y nos privamos de otras cosas importantes.
Las
fotografías “selfie” se vuelven nuestras marcas personales, pues solo nos
mostramos a nosotros mismos, hacemos publicidad de quienes supuestamente somos,
o de lo que nos gustaría ser, y que las personas de nuestro círculo social
noten nuestra personalidad
Nuestra
fotografía hace nuestra mejor publicidad, ya que en esta clase de
fotografías se juega con los ángulos, con los fondos, y nos ayuda a vernos lo
mejor posible, ya que será la portada de nuestra página, ahí siempre nos vemos
muy bien, y con atuendos elegantes, casuales, o deportivos. Sin olvidar
mencionar que estamos en algún evento o actividad interesante.
Y
por si fuera poco, si conocemos a un personaje del medio, esta fotografía
tendrá éxito, y nos dará un plus.
Es
importante hacer mención que muchas personas al utilizar este tipo de
fotografías buscan mostrar más de lo que deberían, y esto puede ocasionar
muchos inconvenientes, pues estas fotografías están al público, estas pueden
ser tomadas para hacer un mal uso. Cualquiera puede ingresar a nuestra página y
ver todo lo que escribimos, los lugares que frecuentamos, y en algunos casos
podemos sufrir graves consecuencias.
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